Agrupación de la Santísima Virgen 4 febrero año 2022 |
Pregón del 75 Aniversario |
Rvdo. P. Angel
Obradors Rosique |
Saludo a
autoridades.
Quiero dividir el pregón en tres partes. La primera hablar sobre el
primer dolor de la Virgen, la segunda la Virgen del Primer Dolor como madre de
los californios y la tercera ser californio.
Ser californio es ser buen católico, es decir amar al prójimo,
entregarse, y servir donde se necesite; eso es fundamental sobre todo cuando se
tiene a una madre como es la Santísima Virgen del primer dolor que sigue
ayudando aunque tenga que sufrir, que intercede ante su hijo por nosotros
también hijos suyos y que cuando el Padre nos llama, nos acompaña hacia la
morada celestial. Tenemos que conocerla mejor para amarla más. Virgen del
primer dolor. ¿Conocemos cual fue el primero de los 7 dolores que la iglesia
nos propone?
Hace dos días celebramos la
presentación del Hijo de Dios. Veíamos como Dios se fija en lo pequeño, en lo
humilde. Pone su mirada en un pueblo que no estaba en los mapas, Nazaret, en
una virgen, María y a través del ángel Gabriel le dice que ella es la elegida
para ser la madre del Hijo de Dios. Hay un sermón de un santo, del que no
recuerdo su nombre que dice que el mundo se paró dos veces; una de expectación
cuando el ángel espera la respuesta de María en la anunciación. Dice que los
ángeles del cielo estaban expectantes animando a la Virgen: ¡Di que sí! En ese
momento el mundo se paró. ¿Qué pasaría si María dice que no? Nunca lo sabremos.
La segunda vez fue con la
muerte de Cristo, esa vez fue de espanto, de dolor. Pues bien, con la respuesta de María el mundo
comenzó de nuevo a andar. La alegría en el cielo fue tremenda. Imagino a los
ángeles tocando instrumentos y bailando. Había dicho un SI grande, aceptaba el
encargo del ángel, la esclava del señor estaba a total disposición. No sabía el
significado de lo que acababa de hacer, pero no importaba, era un mandato de
Dios. En un momento su vida cambió para siempre.
Gabriel le ha dicho que su
pariente está embarazada. Es mayor, no tiene ayuda, su marido también es
anciano y además es sacerdote y tiene misiones en el templo. No lo duda: se
pone en camino, empieza su apostolado. Ya está su hijo en sus entrañas: se ha
convertido en el primer sagrario. Primera obra de caridad y misericordia:
ayudar al necesitado. Se convierte en la virgen del delantal puesto. Allí se
queda hasta después del parto de Isabel.
Vuelve a su casa. José también
ha recibido un anuncio: tiene que cuidar de su mujer y dar nombre al hijo que
va a tener. No puede abandonarla. Nace el hijo de Dios y a los 40 días esa
nueva familia tiene que cumplir con la ley. Lucas es quien nos narra la
presentación en el templo. La ley judía prescribía que todos los primogénitos,
tanto de hombres como de animales, serían ofrecidos al Señor. Naturalmente,
como los niños no podían ser sacrificados, era preciso rescatarlos; por eso los
padres llevaban a los sacerdotes del templo un animal puro para que fuese
inmolado en lugar del hijo. Los ricos ofrecían un cordero, los pobres ofrecían
dos tórtolas o palomas.
Los padres de Jesús se someten
a esa disposición, y Lucas no pierde la oportunidad de decirnos que la familia
de Nazaret pertenece a la categoría de los pobres: no está en condiciones de
ofrecer un cordero. Este es un tema muy apreciado por el evangelista Lucas,
pero existe otro en el texto de hoy que se repite al menos cinco veces: la
observancia escrupulosa por la Sagrada Familia, de todas las prescripciones de
la ley del Señor. Desde los primeros años de su vida, Jesús cumplió fielmente
la voluntad del Padre.
En el evangelio es presentado
Simeón, un anciano que hace un gesto muy significativo: coge al niño de los
brazos de sus padres y lo ofrece a todos los hombres. Simeón es el símbolo de
todo el pueblo de Israel que durante tantos siglos ha esperado al Mesías.
Muestra que Jesús no pertenece solo a su pueblo. Dice: está destinado a traer
la salvación a todos los pueblos y a ser luz para todas las naciones.
Algunas personas cuando
comienzan a envejecer se vuelven tristes e intratables. A veces su
insatisfacción es por culpa de la enfermedad, las fuerzas flaquean; otras veces
es producto del miedo a la muerte. No saben llenar de alegría los últimos años
que Dios les da y pasan el tiempo lamentándose, reclamando y criticando a
aquellos que al contrario se empeñan en hacer más feliz y tranquila sus vidas y
las de los otros.
Simeón es un anciano ejemplar:
es “justo y piadoso”, se dejó siempre guiar por el Espíritu y comprendió el
sentido de su existencia. No tiene miedo de la muerte porque vivió en la luz de
la palabra de Dios. Sus días están llegando a su fin, pero está feliz y pide al
Señor que lo acoja en su paz. No llora los años de la juventud, no se lamenta
por el mal que ve a su alrededor; habla con Dios y mira para adelante. Aunque
sepa que a corto plazo, nada cambiará en el mundo, se siente feliz porque tiene
la ventura de contemplar la aurora de la
salvación; se alegra como el agricultor que terminando la siembra, sueña ya con
la lluvia y con la cosecha copiosa. Simeón no es egoísta porque no piensa en sí
mismo, en sus intereses, sino en otros, en la humanidad entera, en la alegría
que todos tendrán cuando se instaure el reino de Dios.
Simeón pronuncia una segunda
profecía, esta vez dirigida a María. Le dice: Jesús será una señal de
contradicción y a ti una espada te atravesará el alma. Ahora María es la Virgen
del primer dolor.
La espada evoca en el lenguaje
bíblico la palabra de Dios. Esta palabra está presente ahora. Los mismos poemas
del Siervo, con los que Simeón describe a Jesús como luz de las naciones y
gloria de Israel (Is 42,6; 49,6), afirman: "Convirtió mi boca en espada
afilada" (Is 49,2). La "espada" que atravesará el corazón de
María será, pues, la Palabra de Dios, que se hace presente en su Hijo Jesús: lo
mismo que Israel, también María tendrá que enfrentarse con esta palabra; no se
le ahorrará el esfuerzo de creer (Le 2,48-51), puesto que tendrá que guardar y
meditar hechos y palabras que no siempre entiende. Pero a diferencia de muchos
en Israel, María, como expresión del Israel fiel, perseverará en la fe hasta el
fin, hasta el momento de la cruz.
Como la vida de Cristo, según
el evangelio de Lucas, fue una lenta y decidida "subida a Jerusalén"
(Le 9,31), la de María fue igualmente un acompañar a Jesús en su camino hasta
la cruz. Ya las palabras de Simeón: "Una espada atravesará tu alma",
que María, sin duda, guardó en su corazón, fueron un preludio de su misión:
"estar con Jesús junto a la cruz". Juan. Pablo II, en la Redemptoris
mater, aplica a María la palabra que Pablo ha aplicado a Cristo (Flp
2,6-7): "Mediante la fe, María está perfectamente unida a Cristo en su
despojamiento. Es tal vez la más profunda muestra de fe en la historia de la humanidad" (RM
18). Se consumó bajo la cruz, pero comenzó mucho antes, en Nazaret y a lo largo
de toda la vida pública de Jesús, en esa "peregrinación de la fe":
No es difícil notar una
particular fatiga del corazón, unida a una especie de "noche de la
fe" -usando una expresión de san Juan de la Cruz-, como un velo a través
del cual hay que acercarse al Invisible y vivir en intimidad con el misterio.
Pues de este modo María, durante muchos años, permaneció en intimidad con el
misterio de su Hijo, y avanzaba en su itinerario de la fe (13,M 17).
En lugar de hablar de los
"privilegios" de María, el Vaticano II nos presenta a María siguiendo
las huellas de su Hijo, asociada a Él. Y Cristo, aunque no tuvo pecado alguno,
experimentó por nosotros la fatiga, el dolor, la angustia, las tentaciones y la
muerte, todas las consecuencias del pecado. María, como Cristo, siendo su
Madre, aprendió lo que es la obediencia con el sufrimiento, de modo que podemos
decir que tenemos una madre que puede comprender nuestras enfermedades, nuestra
fatiga, nuestras tentaciones, habiendo sido ella probada en todas esas cosas,
semejante en todo a nosotros, excepto el pecado (Hb 4,15;5,8).
Ella es la Virgen, Hija de
Sión, que cumpliendo la ley, presentó en el templo a su Hijo, gloria de tu
pueblo Israel y luz de todas las naciones. Ella es la Virgen, puesta al
servicio de la obra de la salvación, que te ofrece al Cordero sin mancha, que
será inmolado por nuestra salvación en el ara de la cruz. Así, por el designio
del Señor, el mismo amor asocia al Hijo y a la Madre; los une el mismo dolor y
los impulsa la misma voluntad de agradarle.
La Madre de Jesús ha sido
colocada por el Señor en momentos decisivos de la historia de la salvación y ha
sabido responder siempre con plena disponibilidad, fruto de una profunda
relación con Dios, madurada en la oración asidua e intensa. Entre el viernes de
la Pasión y el domingo de la Resurrección, a ella se le confió el discípulo
amado, y con él a toda la comunidad de los discípulos. Entre la Ascensión y
Pentecostés, ella está con y en la Iglesia en oración. Madre de Dios y Madre de
la Iglesia, María ejerce su maternidad hasta el final de la historia. Le
encomendamos todas las fases del paso de nuestra existencia personal y
eclesial, no menos que la de nuestro tránsito final. María nos enseña la
necesidad de la oración y nos muestra que sólo con un vínculo constante,
íntimo, lleno de amor con su hijo, podemos salir de "nuestra casa",
de nosotros mismos, con coraje, para llegar a los confines del mundo y
proclamar en todas partes al Señor Jesús, salvador del mundo. Benedicto
XVI, 14 de marzo de 2012
No se había arrepentido de
haber dicho al ángel en la Anunciación: "Hágase". A pesar de los
sufrimientos que habría de padecer. ¡Pero si el amor es donación total al
amado! Ahora allí, fiel como siempre, a los pies de la cruz, dejaba que la espada
de dolor le desencarnara el corazón tan sensible, tan puro de ella, su madre. A
Jesús debieron estremecérsele todas las entrañas de ver a su Purísima Madre,
tan delicada como la más bella rosa, con sus ojos desencajados de dolor. Los
dos más inocentes de esta tierra. Aquella única inocente, a la que no cargaba
sus pecados.
Ella nos enseña la gallardía con que el cristiano debe sobrellevar el dolor. El dolor
es el precio del amor a los demás. No
es el castigo de un Dios que se regocija en hacer sufrir a sus criaturas, es el
momento en que podemos ofrecer ese dolor por el
bien espiritual de los demás, es la experiencia de la corredención, como María.
Ella miró la cruz y a su Hijo y ofreció
su dolor por todos nosotros.
¿No podríamos hacer también lo mismo
cuando sufrimos? Mirar la cruz. Salvar almas. La diferencia con Nuestra Madre
es que en esa cruz el sufrir de nuestra vida está cargado en las carnes del
Hijo de Dios. Él sufrió por nuestros pecados. Él nos redimió sufriendo. Ella
simplemente miró y ayudó a su Hijo a redimirnos.
María, como todo discípulo de Jesús, ha de
aprender a situar las relaciones familiares en otro contexto. También Ella, por
causa del Evangelio, tiene que dejar al Hijo (cf. Mt 19,29), y ha de aprender a no valorar a Cristo según la carne, aun cuando había nacido de Ella según la carne.
También Ella ha de crucificar su carne (cf. Ga 5,24) para poder ir
transformándose a imagen de Jesucristo. Pero el momento fuerte del sufrimiento de María, en el que Ella vive
más intensamente la cruz es el momento de la crucifixión y la muerte de Jesús.
También en el dolor, María es el
modelo de perseverancia en la doctrina evangélica al participar en los
sufrimientos de Cristo con paciencia (cf. Regla de san Benito, Prólogo 50). Así
ha sido durante toda su vida, y, sobre todo, en el momento del Calvario. De
esta manera, María se convierte en figura y modelo para todo cristiano. Por
haber estado estrechamente unida a la muerte de Cristo, también está unida a su
resurrección (cf. Rm 6,5). La perseverancia de María en el dolor, realizando la
voluntad del Padre, le proporciona una nueva irradiación en bien de la Iglesia
y de la Humanidad. María nos precede en el camino de la fe y del seguimiento de
Cristo. Y el Espíritu Santo nos conduce a nosotros a participar con Ella en
esta gran aventura.
En la formación religiosa de
todo cristiano ocupan un lugar muy relevante aquellas plegarias que desde niños
hemos estado escuchando y rezando. De una forma imperceptible pero eficaz esas
oraciones han ido formando nuestra piedad y delineando nuestro trato con Dios,
con la Santísima Virgen, con el ángel de la guarda y con los santos; han
enriquecido nuestra oración con unas determinadas actitudes, sentimientos y
modos de invocar que sin duda influyen hoy en nuestra vida.
La Virgen del Primer Dolor, es la Madre de los Californios desde el año
1755. Ya en estos albores de la cofradía california la devoción hacia esta
advocación ha guiado los corazones de los californios.
Al fundarse la Cofradía California en 1.747,
los Curiales y Escribanos de la ciudad se comprometieron a escoltar en
procesión una imagen de la Santísima Virgen de autor desconocido en número de
200, quedando constituida como subcofradía en el seno de la Hermandad del
Prendimiento, comprometiéndose a sacarla en hombros los embaladores de aduanas,
haciéndose finalmente cargo de la imagen éstos últimos.
A los ocho años de la fundación de la
cofradía se crea la primera agrupación en un cabildo celebrado el 7 de Julio de
1.755. El Número de Escribanos de Cartagena pide su admisión y con ellos se
forma el primer Cuerpo de Cofradía, que tiene por misión fundamental, según
rezan las condiciones por las que solicitaron el ingreso "acompañar en la
Procesión del Miércoles Santo a la Soberana Imagen de “María Santísima en el
Primer Dolor", obra del escultor Juan Porcel, totalmente de talla,
habiendo de concurrir con "quarenta achas".
En el cabildo celebrado el 5 de Julio de
1.750 se acordaba por unanimidad " que se haga una imagen de Nuestra Señora
con manos y pies y cabeza del modelo que se le dará al Maestro Salzillo y será
del cuidado de los Mayordomos el tratar de su coste y practicar las demás
diligencias necesarias". La imagen anterior era de talla y pasó al
oratorio particular de D. Felipe de la Peña.
El imaginero entregó su obra en la Cuaresma
de 1.753 y fue abonado el importe de la misma, 348 reales, por los embaladores
de Aduana, quienes tenían la primicia de llevar el trono a hombros en la
procesión del Miércoles Santo.
En el año 1763, los calafates del Real
Arsenal piden que se les admitan como hermanos de la Cofradía para
igualmente”... excitar su devoción acompañando en la procesión a la Virgen
Nuestra Señora en su Primer Dolor”.
(Lib. Cab. 23 mayo 1763).
Después de la contienda civil, en 1.940, se
impone la reconstrucción del acervo destruido que no era poco.
Hacía falta una imagen de la Virgen para
procesionarla en la procesión del Miércoles Santo de 1.940. Para la ocasión se
restaura, por orden del entonces Hermano-Mayor D. Juan Moreno Rebollo, una
antigua imagen de María Magdalena, que de rodillas, abrazada a una cruz, debió
figurar en algún grupo desconocido.
En 1.941 el Hermano mayor, Marqués de Fuente
el Sol, cedió de su capilla particular una imagen de la Dolorosa, copia de la
de Salzillo de Murcia, tallada por
Sánchez Lozano en los comienzos de su carrera, y que fue acoplada a la
devanadera confeccionada el año anterior; bien entendido que esto sería algo
provisional hasta que la Cofradía encontrara un escultor capaz de satisfacer
sus deseos. Esta imagen salió también en 1.942. La imagen de encuentra en la
parroquia de La Virgen de los Dolores, Cartagena.
A D. José de
la Figuera y Calín, Marqués de
Fuente el Sol, Hermano Mayor de la Cofradía California, se le encargó la
encomiable empresa de reconstruir el Miércoles Santo cartagenero y fue Mariano
Benlliure y Gil, el que habría de convertirse en el renovador de la Cofradía
California.
Finalizada la Semana Santa de 1.942 llegó el
momento de tomar la decisión para adquirir la imagen definitiva lo que ocasionó
las inevitables polémicas. Se quería conseguir una copia que recordara a la
desaparecida de Salzillo, a lo que se opuso la Mesa de la Cofradía por
considerar que carecería de valor artístico. Se acordó en cabildo hacer el
encargo el escultor Enrique Pérez Comendador, con plena libertad para la
ejecución de su obra.
La búsqueda de un nuevo escultor para una
nueva imagen, era una tarea muy problemática y dificultosa, por cuanto la nostalgia
de una imagen salida del taller de Francisco Salzillo y desaparecida para
siempre, parece que obligaba a una reconstrucción casi idéntica.
Cuando a Mariano Benlliure se le encargan sus
obras, debe de realizar unas esculturas que inmediatamente despertaría la
inconsciente comparación con las de Salzillo, y en esta confrontación entraba
en juego nada menos que el prestigio de un artista. Si esto lo aplicamos a la
aureola que rodeaba a la Virgen California, comprenderemos la reticencia de un
artista establece run parangón con aquella venerada imagen. Es de comprender
que el arte de Benlliure era el artista que mejor se podía adaptar a las
necesidades de los californios. La obra de Capuz en sentido plástico era más
austera hecha a base de grandes simplificaciones era la más adecuada popara los
momentos más sobrios del barroco., mientras que el arte de Benlliure, de ricos
perfiles y modelado nervioso, era mejor intérprete del ambiente dieciochesco en
el que se fundó la Cofradía california.
No
podemos olvidar que Mariano Benlliure, un prolífico artista cuyas obras por su
número asombraban a sus contemporáneos, era además el escultor `referido de la
burguesía española a la que fácilmente contentaba con sus temas castizos dentro
de la tradición costumbrista del diecinueve.
Según Elías Hernández Albaladejo.
En la reseña publicada en el diario La Verdad de 27 de marzo de 1941, se
daba puntual cuenta de la visita realizada por Benlliure a la ciudad
departamental y en especial de los actos con los que se le agasajó estaba el
nombramiento como mayordomo Honorario de la Cofradía california del
prendimiento, entregado por su hermano mayor el marqués de Fuente el Sol, lo
cual crea una prueba inequívoca de cuáles eran los propósitos personales del
citado aristócrata. Y la secreta esperanza de contar con el maestro para
reconstruir4 la procesión del miércoles santo. Dos posturas antiestéticas
dominan el ambiente de la cofradía por aquellos años. Po una parte los que
abogaban por seguir un apego a la tradición y otros de quienes veían una
oportunidad de hacer algo nuevo.
Estos diferentes puntos de vista dieron lugar a iniciativas de algún
grupo de hermanos partidarios de contar en un corto tiempo con imágenes que
fueran de una réplica exacta a las anteriores, con la consiguiente
desautorización hermano mayor, el Marques de Fuente el Sol, que gestionaba,
amparado en su autoridad, los encargos con artistas e mayor renombre.
Ese
motivo de desacuerdos surgieron con el encargo de la virgen del Primer Dolor, a
un escultor local, comprometido a su rápida ejecución., no sin antes haberse
decidido adaptar una Magdalena y utilizar provisionalmente la imagen cedida por
el hermano mayor, creyéndose ser de la actual Virgen de los Dolores. Del popular
barrio de su nombre y que fuera la que donó de su oratorio particular.
La serie de obras de Mariano Benlliure se
inició en 1942 con el encargo del titular de la Cofradía. Una vez más será el
Cristo el Prendimiento el que inaugurara el capítulo de compromisos, como en
1747 lo hicieran sus antecesores como Juan Porcel.
En
1944 Mariano Benlliure recibió los encargos del Ósculo y San Juan que llegarían
a Cartagena dos años después.
A instancias del Marqués de Fuente el Sol hizo esta pieza entresacada de
grupo denominado las Tres Marías que había iniciado en 1931 para procesionar en
Zamora y quien por diversas circunstancias no termino hasta los años cuarenta,
pero para procesionar en Crevillente. En este caso Benlliure ejecutó una pieza
en la que el drama y el dolor expresados en el rostro, así como la fuerza que
refleja, están muy lejos de lo que había hecho el imaginero murciano. Mariano
Benlliure se había convertido en el escultor preferido por los
californios.
Mariano
Benlliure, visitó Cartagena en 25 de marzo de 1.941 para efectuar directamente
la entrega del Cristo de la Fe a la Marina, durante su estancia en la ciudad
departamental Benlliure tuvo la ocasión de apreciar las imágenes de Salzillo de
los Cuatro Santos cartageneros: Leandro, Fulgencio, Isidoro
y Florentina. El Marqués de
Fuente el Sol, en nombre de la Cofradía California, concedió a Benlliure el
título de Mayordomo Honorario en junta directiva del 30 de marzo de 1946,
siendo secretario general Ángel Obradors Abril, consiliario de guiones Juan
Obradors Sánchez., abuelo y padre del
que os habla. Presidente D. José Sanchez Paredes, Vicepresidente Conciliaro
Joaquín Maestre Zapata, Tesorero Arturo Espá Ruiz, Tomás Ferro Navarro y
Francisco González Oliver. Consiliario de Tercio Balbino de la Cerra Barceló y
Hermanos Baltasar Meseguer Blanco y Antonio León Sotelo, Dña. Carolina Martínez
de Galinsoga y Ros como Camarera de la imagen de la Stma. Virgen.
Fue
en 1.946 cuando Mariano Benlliure realiza la imagen del Primer Dolor, cuyo
encargo había estado envuelto en la polémica anteriormente mencionada
dificultad ya comentada a la que habría de enfrentarse el artista para realizar
la escultura de la Virgen California por un coste de once mil quinientas pesetas.
El miércoles 27 de marzo de 1946 en el Diario
EL NOTICIERO, personas llegadas desde Madrid que han visitado0 el estudio del
laureado escultor D, Mariano Benlliure, nos dicen que han contemplado la nueva
imagen de la Virgen del Primer Dolor, que por encargo de la cofradía realiza, y
que es una joya más que se incorporaría a la procesión del miércoles santo.
Los visitantes vienen maravillados ante la
belleza y expresión de la Imagen en la que Benlliure ha logrado algo sublime y
que los cartageneros verán con sumo agrado lo que habría de sustituir a aquella
de Salzillo que fue destruida por las hordas de los sin Dios.´
Nos dicen que Benlliure da los últimos detalles
y que a fines de la presente semana, dispondrá sea traída a nuestra ciudad, y
con ella son ya seis imágenes que los californios estrenarán en su procesión
del miércoles santo.
El Jueves 28 de marzo de 1946 en el DIARIO EL
NOTICIERO, llega la noticia a nosotros que Benlliure ha puesto ya a disposición
de los Californios, la imagen de la Virgen del primer Dolor y para ello ha
comisionado a unos hermanos para que se trasladen a Madrid con el fin de
hacerse cargo de la Imagen y traerla a nuestra ciudad, siendo deseo de los
mismos que le próximo Domingo sea exhibida en el local de la Cofradía en la
calle Mayor, como días pasados estuvieron las del Ósculo con el fin de que los
cartageneros contemplen esta nueva obra del célebre escultor..
También es deseo de los comisionados poderse
traer las esculturas de los sayones para completar el grupo del Prendimiento
esculpidos en el taller de Benlliure.
El martes 2 de abril de 1946 en el DIARIO EL
NOTICIERO, refiere que un accidente fortuito ha hecho no estar ya en esta
ciudad la nueva imagen de la Virgen del primer Dolor que por encargo de los
Californios ha modelado el famoso Benlliure para su procesión de Miércoles Santo,
y se espera que una vez reparada la avería, tras unas lluvias intensas, renueven
el viaje de retorno y lleguen antes de finalizar la semana; con esta expedición
serán traídos los sayones que completaran el grupo el Prendimiento.
El viernes 5 de abril de 1946 en el DIARIO EL
NOTICIERO, dice: Ayer llegó la imagen de la Virgen del Primer Dolor, que para
los californios ha modelado el famoso Benlliure. Dicha Imagen fue expuesta al
público en la capilla de la Iglesia de Santa María.
El viernes 5 de abril en el DIARIO LA VERDAD,
dice: Ayer a medio día llegó a nuestra ciudad la comisión de cofrades
californios que había marchado a Madrid para recoger en los talleres de
Benlliure la Virgen del Primer Dolor tallada por el famoso escultor para la
cofradía california. La imagen magnifica de expresión, está mereciendo los
calurosos elogios de cuantos la han visto. Y también han gustado mucho los dos
sayones el Prendimiento llegados al mismo tiempo en los que se aprecia
claramente el genio creador del insigne el escultor.
A lo largo de estos 75 años de la Venerada
Imagen de Benlliure, y de la historia de
su creación, no voy a detallar , pues de todos es sobradamente conocida, Dña.
Juana de Oteiza….etc. si voy a resaltar que hace 25 años tuvimos la suerte de contemplar con
la ocasión de la Exposición que realizó la Agrupación en la Obra social de caja
Murcia el busto en escayola original del que se copió la imagen.
El Manto de terciopelo granate, bordado en oro y pedrería, obra de los
talleres de la Srta. Anita Vivancos López, sobre dibujo de D. Balbino de la
Cerra Barceló, quien tardó cuatro meses en diseñarlo, realizado durante dos
años con la intervención de 5 señoritas. Este manto fue estrenado en la noche
del Miércoles Santo el 13 de Abril de 1.960, habiéndose iniciado su realización
en 1.957. Para su realización se utilizó terciopelo traído especialmente desde
Suiza y en su bordado se utilizaron
Posteriormente,
en 1.993, fue acabada de bordar la parte de la cabeza que estaba sin terminar
y, a la vez, se retocaron algunos de los bordados que se habían deteriorado.
Este último trabajo fue obra de Dña. Antoñita Sánchez. Restaurado por el Taller
de Costura de la Cofradía el 28 de mayo de 2011.
Es de
resaltar que el actual trono es del estilo del que realizara el arquitecto
Carlos Fernández Mancha y el escultor Francisco Requena, ahora el arquitecto
Antonio Vallejo Alberola y el tallista Rafael Eleuterio.
Archivos de la cofradía.
Esta
es la Sagrada Imagen, Coronada Canónicamente el 6 de febrero de 2000, y que
seguimos procesionando por las calles de Cartagena.
Con
ello y como colofón de la expresión religiosa del Miércoles Santo, donde como
obra milagrosa afloran miles de personas, presencian la entrada de nuestra
Madre, la M Madre de todos, que bajo su manto deseamos que nos acoja, se canta la
Salve cartagenera se reúne por las calles limítrofes a la Iglesia a saber que no la podrán ve, por el contrario
si cantarán la plegaria popular a nuestra Señora. Los cariñosos intentos de
entrar a volver y volver a salir como prueba de amor y no desear recogerla,
momentos estos verdaderamente emocionantes, todos ellos sin posar el trono en
el suelo, y así se recoge año tras año Nuestra Santísima y Muy Venerada Virgen
del Primer Dolor, Madre de los Californios. Mi hermano Pedro ha sido muchos
años penitente tanto el miércoles como el jueves santo y luego miembro fundador
de la Sección de portapasos del trono.
Ahora ya está viejo para eso pero le ha dejado sitio a su yerno que acaba de
ser padre por tercera vez, así que con la descendencia está asegurada la
continuidad
Madre
de los Californios, concédenos que sepamos acompañar a tu Hijo en silencio
durante nuestra vida, que vivamos los momentos de dolor como parte de la
Redención y que, en esos mismos momentos, sintamos tu presencia que alivie un
poco nuestros sufrimientos. Ayúdanos, Señora, porque somos débiles;
acompáñanos, Señora, porque sin ti nos sentimos huérfanos.
El
día que Jesús es prendido, juzgado, azotado y clavado en la Cruz, es cuando
verdaderamente los californios recordamos el Primer Dolor en el Templo, “una
espada te atravesará el alma”.
Del Expediente de la
Solicitud de su Coronación Canónica. Año 2000
CALIFORNIO
Decía la presentadora que yo era californio desde mi nacimiento y la
verdad es que es así. Mi abuelo era el secretario general de la
cofradía cuando oyó las campanas de la caridad a las 6 de la tarde y se dijo
que había nacido su nieto. Fue a Tárraga y compró una botella de coñac y pasó
por la cofradía a apuntarme. Cuando llegó a la calle del Carmen donde nací, cruzó
en las escaleras con mi padre que iba a buscarlo para decirle que yo había
nacido y mi abuelo le dijo que ya era yo californio.
Para mí ser californio ha sido
siempre algo muy importante; salvando las distancias podría decir que imprime
carácter. Al ser sacerdote digo que hay
tres sacramentos que imprimen carácter, es decir que solo se pueden recibir una
vez en la vida: bautismo, confirmación y orden sacerdotal. Pues lo mismo digo
de mi cofradía: se debe ser californio
para siempre. Y recuerdo que desde siempre he salido en las procesiones, en
todas: monaguillo, hebreo, nazareno y capirote y naturalmente he llevado los
tres cordones, rojo de hermano, bicolor de consiliario y dorado de mayordomo.
Tenéis que permitirme que
hablar de californio sea hablar de mi mismo. De pequeño recuerdo el deseo de
llegar el miércoles de ceniza, no para ponerme la ceniza en la iglesia sino que
era por asistir al cabildo general y la llamada con el miedo de poder
encontrarnos con los marrajos. A partir de ese día, todas las tardes pasar por
la cofradía y empaparse del ambiente cofrade con los amigos y ayudar a Balbino
y Pedro Pena con las imágenes, limpieza del almacén, hachotes etc etc. En
definitiva, vivir la semana santa desde dentro.
A mediados del siglo xviii
tiene lugar la creación de una cofradía de carácter pasionario, que venía a
sumarse a la anterior de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El 7 de mayo de 1747 se
fundó en Cartagena la cofradía de Nuestro Padre Jesús en el paso del
Prendimiento por varios vecinos de la ciudad que fueron el núcleo de una
asociación a la que andado el tiempo llegó a adherirse una buena parte de los
habitantes de la ciudad. También ingresaban continuamente gentes venidas de
otras tierras que se afincaban en la ciudad atraídos por su desarrollo y
prosperidad.
Para conseguir recursos recogían
limosnas en la población y en las puertas del Arsenal. Todos los miércoles
provistos de linternas y campanillas cantaban saetas propagando la religión
entre la gente humilde, y de ahí la linterna que constituye el primer emblema
de la cofradía. Ha sido una tradición que los propios cofrades montaban
funciones incluso zarzuelas.
El origen del término
californios es de larga tradición y arranca casi de los años fundacionales. Al
poco de constituirse la hermandad llegaron al puerto unos marinos procedentes
del Virreinato de Nueva España engrosando las filas de la cofradía y que al
volver a España enriquecidos recibieron el apelativo de californios haciéndose
este término extensivo a todos los componentes de la cofradía.
Primero se es californio y
luego de la agrupación que quieras. Mis
amigos y yo ayudábamos en donde nos solicitaban y a partir de los 16 años me
apunté con mis amigos a la agrupación del Ósculo que en esos momentos estaba
pasando por una pequeña crisis, para darle un empujón. Y después de 58 años sigo perteneciendo a esa
agrupación. Muchos de esos amigos hermanos cofrades ya no están entre nosotros,
otros como yo, siguen participando igual o más que antes, sirva de ejemplo el
actual hermano mayor en la época en que íbamos de pantalón corto, Rafael Ruiz
Manteca, actual presidente del Ósculo, etc. etc. Ya estando en la universidad
en Granada, el miércoles de ceniza nos reuníamos los cartageneros, y al son de
la música puesta en radiocasetes y con escobas como achotes hacíamos una
procesión. Yo le decía a mis amigos que si alguna vez quisieran buscarme, me
encontrarían siempre en Cartagena en Semana Santa.
“¡Escucharme¡, voy a decirlo muy despacito,
esta primera levantá que haré en la noche del Miércoles Santo, va a ser por mi
abuelo y por mi padre, por los años que no ha salido la Madre de los
Californios. Vamos despacio, vamos a oír la oración de nuestro hermano y…
después, poco a poco en silencio con la Iglesia apagada, ¡que no hayan
nervios¡. ¡Atención: arriba el trono” ¡
Se encenderá con todo su resplandor en el
dintel de la iglesia, con la Marcha Real , el In Memoriam y los aplausos del
pueblo de Cartagena que está esperando como siempre verla pasear por Cartagena.
Californio, este humilde cura y mayordomo
Californio, no ha pretendido dar una lección de catequesis e historia de la
Imagen de Stma. Virgen del Primer Dolor.
Hoy vengo a deciros que con la historia de la
Semana Santa en Cartagena y sus procesiones, después de dos años sin ellas os
digo: “preparaos para las procesiones del año 2022”.
¡Faltan 68 días para que la Madre de los
californios salga por esa puerta sagrada¡
Hoy te he visto pasear
por la del Aire,
tarde era ya, creo que de madrugada,
cansados pasos te portaban
alegres con la carga, tristes por la llegada.
Y hoy te he visto pasear,
Virgen del dolor Primero por la del Aire,
Donde tantos y tantos recuerdos acumulo,
Al entrarte a la Santa maría, otro año más,
te llevas sobre tu manto, nuestros pétalos de amor,
y nuestro corazón ya tuyo.
Heme
aquí ejerciendo el oficio de pregonero, pregonar que este año volveremos a
tener Procesiones, por lo menos eso es lo que deseamos. Esa es la tarea que
exige al pregonero, proclamar a todas direcciones que Cartagena produce un
milagro anual, es sacar la pasión de nuestro Sr. Jesucristo a las calles de Cartagena,
así lo viene haciendo desde hace muchos años, y así lo irá haciendo en lo
sucesivo. Californios, que estos años sin procesiones no sirvan para
desanimarnos sino todo lo contrario, aumentar nuestra fe, nuestro orgullo
californio y nuestras ganas de seguir luciendo nuestras procesiones. Para
terminar, recordar que no he hablado de la capilla california presidida por el
paso del prendimiento y por la virgen del primer dolor pero en esa capilla mi
hermano Pedro y yo hicimos la primera comunión
Señoras y señores, hermanos, he puesto en
este Pregón todos mis sentimientos y recuerdos, pero ante todo la ilusión de
hacer revivir la conciencia de seguir sacando nuestras procesiones a la calle.
¡VIVA LA VIRGEN DEL PRIMER DOLOR!
Amén.
Pontificia, Real e Ilustre Cofradía de N.
P. Jesús en el Paso del Prendimiento y Esperanza de la Salvación de las
Almas. (Californios). |